Durante
el Holoceno medio, la variabilidad climática afectó a los aportes
hídricos en su relación con los niveles del mar. Estos impactaron en las
geoformas litorales preexistentes del estuario, alterando su fisonomía y
generando a su vez nuevas morfologías. Los cambios del rumbo del río
Colorado y el decaimiento de los aportes sedimentarios capturados en las
depresiones pampeano – bonaerenses permitieron el incremento de la
influencia marina determinando un nuevo sistema estuarial.
Las
variaciones isostáticas del sector norte del estuario determinaron
cambios de rumbos de los ríos y que delimitaron la extensión de la
cuenca originaria y modificaron las morfologías preexistentes.
En
la actualidad, la cuenca estuarial recibe por el norte y en forma
permanente, los aportes del arroyo Napostá Grande y Sauce Chico,
mientras que por el sur toma las escasas contribuciones hídricas de los
canales de riego del río Colorado.
La
ausencia de importantes aportes terrígenos y la fuerte influencia de
las condiciones marítimas hacen del estuario de Bahía Blanca un ambiente
de permanente estado de erosión (Perillo y Piccolo, 1999), evidenciado
en la dinámica de sus canales de marea y en extensas planicies e islas
degradadas.1
Tanto
las islas como los humedales constituyen restos de un antiguo delta de
finales del pleistoceno- holoceno y comienzos del holoceno (entre 18.000
y 8000 años atrás), cuando el mar estaba más de 100 Km. alejado de la
costa actual. Era el delta más grande de la región, pues se extendía
hasta la boca del río Negro. Su tamaño muy bien podría competir con el
delta del Nilo, que alcanza una extensión de unos 200 Km. a lo largo de
la costa. El estuario actual coincide con la parte norte de ese delta.
El río Negro y el Colorado contribuyeron a su formación, más otros ríos
que llegaban a la zona de Bahía Blanca y que hoy han desaparecido
dejando un remanente de valles cubiertos por médanos de arena, lagunas y
salitrales, algunos ubicados hasta 40 m debajo del nivel del mar.
Con
el paso de los milenios, la boca del delta retrocedió
significativamente y fue cubierta, hace unos 5000 años, por más de 7m de
agua, lo que la convirtió en un mar somero. La costa quedó marcada por
acantilados pleistocénicos, típicos del sur de la provincia de Buenos
Aires, en los que son muy frecuentes los fósiles de mamíferos
terrestres, como lo constató Charles Darwin, que arribó a bordo del
Beagle en 1833 y descubrió los primeros restos de megaterios mientras el
capitán del navío, Robert Fitz Roy, realizaba un relevamiento
batimétrico de la entrada del estuario. Años después, Florentino
Ameghino realizó numerosas exploraciones en la zona. La punta Alta,
donde Darwin hizo excavaciones, desapareció con la construcción de la
base naval, pero todavía existen afloramientos no alterados a pocos
kilómetros hacia el este de punta Tejada, una zona explorada por
Ameghino (foto).2
Fuente:
- Walter Daniel Melo, Orígenes Morfológicos. Ecosistema del Estuario de Bahía Blanca. Instituto Argentino de Oceanografía (IADO)
- ¿Qué es el estuario de bahía blanca?. Revista CIENCIA HOY en línea - Volumen 14 - Nº 81 - Junio - Julio 2004
- Gerardo ME Perillo, PhD en Oceanografía, Old Dominion University (EEUU). Profesor Adjunto, Departamento de Geología, Universidad Nacional del Sur. Investigador Principal, CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía.
- M. Cintia Piccolo, PhD en Oceanografía, Old Dominion University (EEUU). Profesora Asociada, Departamento de Gegrafía, Universidad Nacional del Sur. Investigadora Principal, CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía.
Foto: Acantilados de la zona exterior del estuario, estudiados por Ameghino. Es todavía una zona rica en fósiles del pleistoceno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario