lunes, 16 de febrero de 2015


Los canales y arroyos de marea que surcan tanto las planicies de marea como las marismas conforman una compleja red de drenaje.
 
Pero a diferencia de las redes fluviales, esta red del estuario no configura cuencas con límites bien definidos, ya que la circulación del agua solo se ve afectada por la topografía al principio y al final del ciclo de inundación y desagote producido por la marea. El grado de sinuosidad de los canales varía en función de la pendiente del terreno y del tipo de sedimento.

No solo son de interés las zonas intermareales. Los canales de marea también lo son, en particular, las formas de sus fondos. En la parte más honda del estuario, cerca de su boca, donde la profundidad media es del orden de 22m, hay un campo de dunas sumergidas de hasta 6 m de alto y longitudes de onda (o separación entre dunas) del orden de 400 m. 

Empleamos técnicamente la palabra duna para designar a formas producidas por la acción del agua que arrastra granos de arena, mientras llamamos médano a aquellas que resultan de la acción del viento. Dunas y médanos son estructuras móviles, que se trasladan y reproducen sus formas, ya que el agua o el viento recogen partículas de la cara que enfrenta a la circulación del fluido y las depositan en la otra: el viento levanta la arena del lado de barlovento del médano y la deposita del lado de sotavento, con lo que el médano se va trasladando sin variar su forma a determinada velocidad (por ejemplo, 20m por año). Las dunas son comunes en estuarios, ríos y plataformas marinas de todo el mundo: las hay de hasta 20m de alto en el golfo San Matías.

Pero las del estuario de Bahía Blanca llaman la atención por la pendiente de su flanco más empinado (llamado talud), que es aquel en el que el agua deposita la arena que levantó del otro flanco (llamado rampa). El sentido del movimiento de la duna es de la rampa hacia el talud.

Los médanos de zonas costeras suelen tener taludes con una inclinación del orden de 33°, en la que quedan en reposo las arenas muy finas. Las dunas que permanecen siempre debajo del agua en zona de mareas no alcanzan pendientes que superen los 10°. Las observadas en el estuario de Bahía Blanca, en cambio, tienen pendientes medias de 11° y algunas alcanzan los 30°, algo de lo que no se conocen otros ejemplos. En esta situación, la corriente de agua que asciende la pendiente de la rampa y va arrastrando arena de esta, al cruzar la cresta no sigue hacia abajo siguiendo la pendiente del talud sino que continúa en la dirección que traía antes de llegar a la cima y, en consecuencia, se separa de la duna.
Se genera así sobre el talud un vórtice o remolino de agua, que transporta arena en sentido contrario al flujo principal y termina generando unas estructuras semicirculares de dunas denominadas en la literatura técnica megaóndulas en abanico, que no han sido hasta ahora encontradas en otro lugar.

De la forma de estas dunas se deduce que su movimiento y por ende el de la corriente de agua tienen lugar hacia la boca del estuario, lo cual se confirmó por mediciones de transporte de sedimentos, que también indican un avance de estos en dirección al mar. Estos fenómenos son coherentes con el hecho de que, en verano, sale agua del estuario con una temperatura cercana a los 27°C, que circula hacia el norte a lo largo de la costa de la provincia de Buenos Aires. Por tal razón, la temperatura del agua en los balnearios de Pehuén Co y Monte Hermoso alcanza los 21°C, mientras que, si no existiera esa circulación, no excedería los 17°C.

Algunos Arroyos:
  • Arroyo Sauce Chico
  • Arroyo Saladillo
  • Arroyo Galván
  • Arroyo Napostá
  • Arroyo del Medio
  • Arroyo Los Músculos
  • Arroyo Parejas
  • Arroyo Laborde
  • Arroyo Las Vizcachas
Fuentes: ¿QUÉ ES EL ESTUARIO DE BAHÍA BLANCA? Revista CIENCIA HOY en línea - Volumen 14 - Nº 81 - Junio - Julio 2004. Gerardo ME Perillo, PhD en Oceanografía, Old Dominion University (EEUU). Profesor Adjunto, Departamento de Geología, Universidad Nacional del Sur. Investigador Principal, CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía. M. Cintia Piccolo, PhD en Oceanografía, Old Dominion University (EEUU). Profesora Asociada, Departamento de Geografía, Universidad Nacional del Sur. Investigadora Principal, CONICET en el Instituto Argentino de Oceanografía.

Referencias:
H-212: De Faro Recalada a Faro El RincónH-254: Entrada a Bahía BlancaH-255: De Baliza Chica a Rada Puerto BelgranoH-256: De Baliza Trípode a Puerto CuatrerosH-257: Rada Puerto BelgranoH-258: Puertos Belgrano y RosalesH-259: De Puerto Ingeniero White a Puerto Galván

Cartografía Instituto Argentino de Oceanografía I.A.D.O.

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